
Nicolás Monckeberg atribuyó a la reforma las desvinculaciones masivas. Bárbara Figueroa lo llamó a que se informe mejor.
El conflicto por el cierre de Maersk en San Antonio, que dejó a 1.200 trabajadores sin su fuente laboral, sumado al término de otras faenas como la constructora CIAL y pastas Suazo, sigue generando un intenso debate. Ayer la situación abrió una nueva controversia entre el Gobierno y la Central Unitaria de Trabajadores (CUT).
En la presentación del informe del Observatorio Laboral de la Región Metropolitana, el ministro del Trabajo, Nicolás Monckeberg, señaló que "lo que hoy día está ocurriendo es que por malas políticas públicas, porque se frenó la inversión, porque se hizo una reforma laboral mal hecha, muchas empresas están pagando las consecuencias y esas cosas hay que corregirlas".