
La Confederación del Comercio Detallista y Turismo de Chile planteó a las autoridades del sector económico del Gobierno, la difícil situación que enfrentan los comerciantes y empresarios mipymes en general de la Isla Grande de Chiloé, como consecuencia de los graves efectos que ha provocado el fenómeno de la marea roja y el movimiento de los pescadores de esta zona.
De acuerdo a las informaciones que ha recibido el organismo gremial de sus entidades afiliadas, las Cámaras de Comercio y Turismo, tanto de Castro como de Ancud, el comercio establecido prácticamente se ha quedado sin abastecimiento y sus ventas han bajado a cerca del 80%, quedando con pocas posibilidades de asumir los compromisos propios del desenvolvimiento de sus unidades económicas, que les permitan cumplir normalmente su función de servicio a la comunidad.